Llegamos a Alicante.

Nos levantamos a eso de las 6 y nos bañamos. Ya estábamos empacados del día anterior. El señor Marek, papá de Magda, vecino de enfrente nos vino a buscar a esa hora para llevarnos al aeropuerto.

El vuelo duró tres horas y media y estábamos en Alicante. El señor era una persona mayor pero muy amable. El apartamento está en el primer piso, pero no se llama piso 1, sino que E. Abrimos con una llave y entramos a un corredor con puertas a la izquierda y libros y juegos de caja a la derecha.

El apartamento es pequeño. Un cuarto con cama de dos plazas, un living cocina y un baño. Eso era todo. No nos quedamos muchos porque teníamos mucha hambre, así que salimos. 

Fuimos al restaurante que habíamos estado la última vez, en una plaza dentro de callejuelas estrechas. Ahí pedimos lo de la última vez. Un surtido de diez tapas por 30 euros y bebidas. 

Luego fuimos a la playa por que estábamos a una cuadra, donde Paula se mojó los pies. Son las 4pm pero hace calor y hay mucha gente. Volveremos en la mañana, cuando esperamos no haga tanto calor y no haya tanta gente. Volvimos para dormir una siesta y así lo hicimos.

Ahora son las 7.12pm y vamos a salir a comer algo. Fuimos a un restaurante de hamburguesas llamado Goiko. Nos sirvieron rápido. Goska pidió una ensalada Ave Cesar, Pauli una hamburguesa Kids Carne con una limonada y yo una Retro con papas fritas y una jarra de cerveza. Todo desapareció en un instante.